Con lágrimas en los ojos y aun sabiendo que por
mucho que escriba no llegaré nunca a reflejar la grandeza de su corazón.
Con Perico no es un tópico decir que era amigo
de sus amigos, era el amigo que todos hemos soñado tener alguna vez, era el
amigo que siempre estaba en el lugar que tú esperabas encontrar, era el amigo
que jamás te dejaba en la estacada, prefería perder él a fallarte.
A mí esta vida me ha tratado bien, pero Pedro
contribuyó de una manera especial. A través de él luego fui conociendo a otros
amigos de verdad, de los de corazón, de los que como él no esperan nada a
cambio, ni siquiera esperan la palabra “gracias”.
 Cuando llegue a trabajar al Dto. Extranjero en
sustitución de Raúl, allí estaba él, pequeño y con bigote, fumando tabaco con
mentol; María Ángeles y Chema también trabajaban en Cartera de Exportación.
Cuando llegue a trabajar al Dto. Extranjero en
sustitución de Raúl, allí estaba él, pequeño y con bigote, fumando tabaco con
mentol; María Ángeles y Chema también trabajaban en Cartera de Exportación.  
Él me enseño los bares en los que mejor se
almorzaba; gracias a él yo jamás me sentí desplazado de mi pequeño pueblo,
Orera.
Llevaba 5 días en Madrid y me invitó a ir a
comer con gente como Valdeolivas, Ruano, Santiago, Javier, El Vasco, Jesús
Lozano, y algún otro; el lugar elegido fue en el Pardo. Recuerdo que comimos
una paella y el café lo fuimos a tomar a “El Tejar de Somontes”, creo que así
se llama.
 Al mes siguiente, día 1 de Agosto de 1974,
observé que el botones empezó a repartir dinero por la sección y yo, claro, me
quedé sorprendido, a lo que mi buen amigo Pedro me dijo—Pero, ¿tú no has hecho
una paloma? En mi vida había oído semejante hecho y le dije –No. Sacando de su
cajón una cuartilla en blanco me dijo- 
Firma aquí y déjame la nómina . La miró y me la devolvió; pasados 10
minutos se presentó el botones y me dijo -Toma Bernardo. -¡Pero bueno Perico!
¿qué es esto?- exclamé. -El anticipo- me dijo-. Aquí todo el mundo tenemos
anticipo, así que tú también. Vaya mes más cojonudo, todos los días de marcha.
Bueno, esta práctica la seguimos haciendo incluso cuando yo estaba en Menorca y
él en Madrid; me hacia los anticipos, él los firmaba y luego me los ingresaba
en la cuenta o me ponía un giro postal. Solamente hubo un mes que no pudo
hacerlo y fue cuando a su padre, Juan, le dio el primer infarto, (por poco me cuesta
el calabozo, pero esa es otra historia).
Al mes siguiente, día 1 de Agosto de 1974,
observé que el botones empezó a repartir dinero por la sección y yo, claro, me
quedé sorprendido, a lo que mi buen amigo Pedro me dijo—Pero, ¿tú no has hecho
una paloma? En mi vida había oído semejante hecho y le dije –No. Sacando de su
cajón una cuartilla en blanco me dijo- 
Firma aquí y déjame la nómina . La miró y me la devolvió; pasados 10
minutos se presentó el botones y me dijo -Toma Bernardo. -¡Pero bueno Perico!
¿qué es esto?- exclamé. -El anticipo- me dijo-. Aquí todo el mundo tenemos
anticipo, así que tú también. Vaya mes más cojonudo, todos los días de marcha.
Bueno, esta práctica la seguimos haciendo incluso cuando yo estaba en Menorca y
él en Madrid; me hacia los anticipos, él los firmaba y luego me los ingresaba
en la cuenta o me ponía un giro postal. Solamente hubo un mes que no pudo
hacerlo y fue cuando a su padre, Juan, le dio el primer infarto, (por poco me cuesta
el calabozo, pero esa es otra historia). 
Pedro, allí estaba el día que ingreso mi mujer
en La Casa Grande de Zaragoza, para parir a mi hija Amanda; sobre las dos de la
mañana lo llame a casa de sus padres y a las 9 estábamos los dos en Zaragoza.
Cuando nació mi hijo José Luis ocurrió lo mismo esta vez fue en la Paz, de
Madrid.
 
Juntos nos afiliamos a la CNT-AIT, para defender
y conseguir unos derechos laborales y sociales. Para el conjunto de la CNT, o
de la CGT más tarde, Pedro era el compañero en el que todo el mundo confiaba, con
Pedro  tenías la espalda  siempre cubierta: incluso en
circunstancias muy difíciles, cojones y agallas no le faltaban.
 Como compañero de juerga era único, cuántas
veces hemos acabado a empujones ya que como te descuidaras él ya había pagado
una y otra vez . No puedo olvidarme de sitios como El Quinto Infierno, Cercedilla,
el Escorial, Getafe, Zaragoza, Torrejón, Alcalá , Chinchón , Benasque, Costa
Brava, Madrid , y por supuesto Aurrera, días de canciones, copas, risas, chicas
y sobre todo hablar y no pocas veces discutir más que hablar, pues genio y eso
que llamamos pronto no le faltaba.
Como compañero de juerga era único, cuántas
veces hemos acabado a empujones ya que como te descuidaras él ya había pagado
una y otra vez . No puedo olvidarme de sitios como El Quinto Infierno, Cercedilla,
el Escorial, Getafe, Zaragoza, Torrejón, Alcalá , Chinchón , Benasque, Costa
Brava, Madrid , y por supuesto Aurrera, días de canciones, copas, risas, chicas
y sobre todo hablar y no pocas veces discutir más que hablar, pues genio y eso
que llamamos pronto no le faltaba.