miércoles, 17 de noviembre de 2021

ESOS DIAS DE ASUETO

 

Mediados de noviembre y lo mismo que en el huerto los arboles se quedan sin hojas, los días de viaje de este 2021 están llegando a su final (digo están porque siempre hay que dejar una venta abierta).

Este año todo empezó en el mes de mayo en Cuenca, después de muchos meses de encierro, junto con mi Lucita y mis amigos de siempre (alguno pensara que soy posesivo: pues si soy poses
ivo con los que quiero y a los que quiero, que le vamos a hacer).  La Ciudad Encantada me encantó y Cuenca bien se ganó ese fin de semana, incluida la frase muchas veces oída “¿pero ya nos vamos al hotel?”: Flaca, si nos llevas muertos…

Los días pasados por Barcelona, Gerona o por Benasque han sido unos días inolvidables, hemos conocido lugares único
s, hemos reído, nuestras glándulas gustativas y salivares han disfrutado y mi cuerpo serrano engordó 2 kilos en 8 días, que agradecido es el jodido.

Barcelona cumplió con creces las expectativas y la opinión que teníamos de ella con holgura, se merece otro viaje y lo tendrá para ella sola. Enumerar o explicar lo que me gustó de esta ciudad me llevaría a un manifiesto de siete u ocho folios, desde la entrada del parking del hotel hasta la rampa de salida, pasando por sus catedrales, sus calles, sus gentes, sus restaurantes y bares o el personal del hotel, todo de sobresaliente.

Gerona; de esta tranquila ciudad poco puedo decir porque muy pocas horas fueron las que pasamos en ella, ya que nos dedicamos más a visitar sus pueblos (Belasu, Castellfollit, Figueras, Cadaqués, o Peratallada) pero lo poquito que pudimos ver nos pareció magnifico y los pueblos mencionados merecieron la pena, incluida la comida que realizamos en Castellfollit, restaurante  Ca la Paula y el comportamiento de Ramón  con su “Puigdemont Puigdemont tenemos cuatro infiltrados” tapándose la boca y oreja a modo de teléfono.


Benasque y Ainsa fueron el colofón de este viaje, sus montañas, su tranquilidad y como no, el trato recibido, sin olvidar el Spa del hotel. Este viaje empezamos con un sobresaliente para Barcelona, para Gerona y Huesca no perdió una decima del sobresaliente.

Hubo más  por Granada, pero eso, para otro día.  

Y si lo estas leyendo, te deseo salud y anarquía, y si no también o tamién que decimos los de Orera y alguno más

miércoles, 3 de noviembre de 2021

LOS CONVIDADOS DE PIEDRA

 ¿Desde cuando los sindicatos se convirtieron en convidados de piedra? ¿Fue desde que se convirtieron en Agencias de Viajes o gestorías para hacer declaraciones de las rentas? ¿Desde que se convirtieron en despachos de abogados donde si ganan o pierden un conflicto se cobra mas o menos? ¿Cuando dejaron de ser sindicatos de clase (de clase trabajadora) para convertirse en meros convidados de piedra, en las reuniones de patronal y gobierno?

Contra la reforma del 2010 que hizo el PSOE, ¿que hicieron los que dicen que son los representantes de los trabajadores, léase COO y UGT? Una huelga general, que de huelga tuvo poco y de general menos.

¿Que han estado haciendo desde el año 2012 año en que el PP nos atizó bien a los trabajadores?

Ahora le pasan la presión a Yolanda Diaz y a UNIDAS PODEMOS. ¿Dónde queda la responsabilidad de estos dos sindicatos? ¿en cuatro reuniones con la patronal?

La derogación de la reforma laboral se va a convertir en un mero retoque a esas dos reformas, la del 2010 y la del 2012, ¿cómo vamos a quedar UNIDAS PODEMOS?

¿Qué han hecho los sindicatos contra la ley mordaza?

¿Alguna vez se han preguntado por qué quitando la Administración o grandes empresas, no tienen ni afiliados, ni hay conciencia de clases?

CCOO Y UGT son los responsables primarios de que la derecha del PP o la derechita del PSOE nos hayan hecho esto, ya que éstos nunca tendrían que haber dejado de protestar enérgicamente, sin hacer de menos al resto de las fuerzas sindicales y llegado el momento convocar al conjunto de los trabajadores, pero esto era quizás volver a ser lo que nunca tuvieron que dejar ser, pero quizás es más cómodo para sus aparatos convertirse en meros convidados de piedra. Si estos sindicatos (que desde antes de los Pactos de la Moncloa se nombraron interlocutores únicos de los trabajadores), hubieran estado atacando continuamente estas reformas, ahora la derogación caería como fruta madura, pero como esto no ha ocurrido quien sabe hasta donde podremos arreglar esos desaguisados.