GAVILLA DE SARMIENTOS

Buenos días gentes del mundo, estoy escuchando a Cat Stevens tomándome un cafelito mientras contemplo el pinar que tengo delante de mí y las ideas se me amontonan  como sarmientos en una gavilla.

Hace más de 40 años una noche conocí en la calle Preciados de Madrid a un argentino que estaba tocando la guitarra sentado en un banco, pasamos un buen rato el argentino intentando acomodar los acordes de su guitarra a nuestras voces. Que tiempos, era raro el mes que pasado el día veinte juntáramos dos mil pesetas entre tres, pero también he de decir que para un cubata nunca nos faltaba, siempre estaban los amigos pudientes que te echaban una mano hasta final de mes, lo primero pagar la pensión luego echar cuentas entre nosotros, menos con mi buen amigo Pedro, entre nosotros jamás nos pasábamos cuentas, era-- hoy por ti mañana por mí—. Sin duda aquella manera de vivir nos llevó a afiliarnos y militar en  CNT-AIT

Como el disco que termina, quiero poner fin a este sarmiento deseando, al que me lea un buen día, y a los demás también. Salud y anarquía.