Me pongo a
escribir esta tarde entre rabia por lo que la mala pájara de la Ayuso quiere hacernos
y rabia por ver que ésta cuente con el voto de gente que no tendría donde
caerse muerto si no fuera por su esfuerzo personal y por el esfuerzo colectivo
de las escuelas y universidades públicas que esta mala pájara quiere quitarnos.
         Estos días estamos volviendo a ver como,
desde la asamblea de parlamentarios de la Comunidad de Madrid, comandados por
esta pájara, quieren hundir a las Universidades Públicas. Los Fascistas del PP
no pueden consentir lo que en muchos casos ya es un hecho; los hijos de los
obreros, ocupan puestos de trabajo reservados para las elites franquistas. Pero
quizá es peor que hijos o nietos de destripaterrones, operarios o chupatintas
apoyen las tesis de esta elementa, y perpetúen el dicho “el obispo tiene que
ser hijo de obispo, el juez hijo de juez, el notario hijo de notario, el
banquero hijo de banquero” y así todos los puestos de trabajo mejor
considerados.
         Hace muchos años esas élites vieron que
en España los destripaterrones, operarios y chupatintas, entre otros, les
pudieron y pudimos dar formación a nuestros hijos para que pudieran prosperar
personalmente según sus capacidades personales, independientemente del dinero
que pudiéramos tener. Las licenciaturas eran 5 años y las convirtieron en
grados, las diplomaturas eran de tres y las quitaron, pero, eso sí, se
inventaron los masters. Nos lo vendieron diciendo que así se homologaban con
los estudios universitarios europeos, pero la única realidad es que ahora un
graduado sin un máster (en muchos casos estos se los tiene que pagar el estudiante)
tiene menos puntos para ejercer una profesión que un chico/a que haya estudiado
en una universidad pública o privada y que sus padres le puedan pagar uno, dos o
tres masters. Por otra parte, en una universidad privada la cartera manda y está
por encima de la formación si llega el caso (ya lo dice el refrán, poderoso
caballero es don dinero).
         En estos últimos años es un hecho que a
la Universidad Publica la están dejando sin recursos, mientras proliferan las
Universidades Privadas, los Masters Públicos (o los llamados Masters Privados);
 para lo público cada vez hay menos
recursos. Porque mientras tanto el Obispo tiene que ser hijo de obispo, el juez
hijo de juez, el notario hijo de notario y esta pájara, hija de fruta.
Deseando que el año 2025 confunda a esta pajarraca, te deseo
salud y anarquía.
 
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