domingo, 1 de noviembre de 2020

REBOLLONES A LO POCHORRO

 Hay una canción de La Bullonera que dice así “Ya se ha acabado el invierno y también la primavera, estamos llenos de trampas, la cosa se pone fea”. Pero no quería hablar de música, ni de que las cosas se ponen feas o que si tenemos en Madrid una tonta del culo.

Ya estamos en otoño y esta tarde quiero animar cuanto menos tus glándulas salivares y de eso es de lo que quiero hablar hoy y para eso voy a dejarte una receta propia.

REBOLLONES A LO POCHORRO.

Necesitaremos (sin contar lo que llevemos para almorzar):

Rebollones (níscalos),

Cebolla, pimientos , ajo y patatas

Romero, tomillo y laurel

Jamón, huevos

Aceite de oliva

Sal

Lo primero que hay que hacer es prepararse el morral con un poquito de almuerzo y marcharse al monte a por los rebollones. No te olvides de comprar el pan y meter un poquito de vino en el morral o en su defecto una cerveza. Si vas acompañado bien y si vas solo también; yo entre pinos nunca me encuentro solo, será por aquello de que los de Orera siempre hemos tenido el pinar y los rebollones como una pieza (finca) más.

Bueno, a la cocina. Prepara una sartén con aceite de oliva virgen extra y pica una cebolla a trocitos ni grandes ni pequeños y añádele unos pimientos igualmente picados. Los rebollones ya limpios (si no están ya, límpialos bien) , cortados a trocitos y añádelos a la sartén, aunque me imagino que la sartén aun no la abrás puesto en el fuego; añádele un diente de ajo picadico, picadico, una hoja de laurel, romero, tomillo y sal. Ahora es cuando lo tienes que poner en el fuego, no fuerte.

Siéntate y descansa, mientras tanto puedes escuchar a La Bullonera, pero no descuides la sartén que aún no hemos terminado, dale de vez en cuando una vueltecica al preparado: lo tendrás listo cuando se haya consumido el agua que los rebollones le hayan aportado. En este momento el jamón en taquicos lo añadiremos a la sartén. ¿Cómo huelen? Bien ¿verdad? pues espera a que los tengamos hechos y retíralos del fuego.

Puedes congelar alguna ración (antes de añadir el jamón) para comerlos otro día o hacerlos con patatas y costillas adobadas. Igualmente en vez de jamón puedes añadirle gambas peladas o langostinos.

Volvamos con los rebollones para añadirles el huevo batido para preparar el revuelto, cuájalo al gusto, viértelo en tu plato favorito, añádele patatas fritas y disfruta. Apaga la música para que todos tus sentidos se concentren en la boca.

Salud y anarquía.

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