En estos tiempos que corren en España tenemos virus que
provocan distintas enfermedades, a cual peor de ellas, pero quizás el peor de
todos sea el virus del fascismo. Los españoles tendríamos que estar inmunizados
contra este virus pero con la aparición del la cepa VOX han salido españoles
infectados, que decían estar vacunados; no aceptan ni las más elementales
reglas de la democracia, seguramente sea porque en vez de pensar, insultan, en
vez de reflexionar y ver lo que pasa a su alrededor se tragan todo el veneno
que la mencionada cepa y sus acólitos reparten, lo que les lleva a seguir
insultando.
Este año en particular desde que vieron que en España se
había formado un gobierno decente que pedía la igualdad, la solidaridad, que
quería una redistribución fiscal más justa como medio para promover la igualdad social  o poner impuestos a
aquellos que no pagan , algún que otro súbdito español se quito la careta de la
democracia, pues para ellos creo que la democracia es una simple careta que se
quita o se pone dependiendo del aire que sopla.
Jamás en España ha habido una ministra de trabajo que haya
hecho tanto por los empresarios y por los trabajadores, pero para los
infectados eso no cuenta, cuentan las denuncias falsas de las cloacas del
estado y de sus medios de comunicación.
Los  que dicen
defender la constitución son los únicos que no la cumplen. No la cumplen cuando
se niegan a renovar el CGPD, se niegan a renovar al Defensor del Pueblo, se
niegan a renovar el tribunal constitucional o no aceptan un gobierno legitimo salido de las urnas y se olvidan de que en una
democracia el poner emana del parlamento y este de los ciudadanos o súbditos a
los que representan, pero esos españoles infectados por el odio del fascismo no
se lo cuestionan porque en vez de pensar y reflexionar se dedican a insultar y
no se dan cuenta de que cuanto más insultan, más nos reafirmamos nosotros en
nuestras convicciones (donde prima la igualdad, la solidaridad, el respeto al
diferente , donde cada uno pueda llegar donde sus conocimientos le lleven y no
sea por el apellido del padre o por el dinero de la madre).
Estos días la justicia, ante los desmanes que años atrás se
denunciaron del PP, ha condenado al PP y a muchos de sus dirigentes a
cuantiosas multas y años de cárcel, pero para los infectados siempre está el
“todos son iguales” y votarán cuando tengan oportunidad a los condenados o al
virus. Pues no, ;no todos somos iguales!. Los hay condenados y los hay decentes, los hay egoístas y los hay solidarios.
Con estas opiniones no pretendo convencer a nadie, pero si
quiero que dejemos de creernos que somos súbditos y que queremos ser
ciudadanos, y para eso hay que pensar/cuestionar todo y a todos con
conocimientos y datos, y sobre todo sin insultos.
Salud y anarquía.

 
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