martes, 30 de julio de 2024

TODO COMENZO HACE 50 AÑOS-- 7ª Y ULTIMA PARTE DE ESTOS RECUERDOS

                A principios del año 2000, el jefe de personal del Banco Hispano (era su suegro, tipo mal educado y tontolaba, a Ángel se lo decía muy a menudo) creo que sería el culpable de que a Ángel Fernández Gómez le dieran el traslado a la Sucursal de Lope de Figueroa, sucursal completamente distinta a la de Reyes Católicos, de gitanos a caballeros podríamos decir, (aunque el dinero corría más en Reyes Católicos). Ángel me llamó ofreciéndome el cambio de sucursal y allí que marché, muchos clientes que teníamos en la sucursal 3777 se cambiaron a la nueva agencia.

                En esta nueva sucursal tambien encontré muy buena gente y algún tontolaba. Se llevan al interventor (Mariano) que cuando cuadraba la caja la dejaba más descuadrada que el día anterior, y viene Jaime Albero de interventor, católico, excelente persona, muy buen compañero; se marcha Ángel por enfermedad y viene Javier Maroto, procedente del Banco Ibérico; ya nos conocíamos del Departamento extranjero, muy buen compañero, diez o quince dias tardaron en cuadrar la caja. En la caja estaba Andrés Modrego y a mi izquierda Miguel.  Mas tarde, cuando se jubila Jaime, viene nuestro amigo Aurelio Tabuenca “Pata escombro” pero buen amigo, buen trabajador y buena persona, ese cuadro de gente era envidiado en toda Alcalá, compañeros, amigos y colegas.

En esta sucursal conocí a Alexandru Sfringeu, un rumano trabajador y decente. Un día se presenta Alexandru en la sucursal con los ojos bañados en lágrimas para solicitar un préstamo para repatriar a sus hermanos a Rumania; estos estaban haciendo una reforma en una casa en un pueblo de Guadalajara y para no pasar frio por la noche les dejaron una estufa de gas: ambos murieron intoxicados, y con esa urgencia le hicimos en menos de una hora un préstamo y en pocos meses el préstamo fue cancelado. Durante los últimos 20 años he conocido a rumanos de los que merecen la pena. Estando yo ya prejubilado, Alexandru montó un taller de coches y un día me llama ofreciéndome trabajo, trabajo que acepté; años atrás para colocar a mi hijo Jose Luis en Autobuses Vicor él me echó una mano, esto fue ya hace 10 -11 años y seguimos trabajando.

                Nuevamente el destino estaba conmigo y allí había gente como José Antonio Olmos Martínez. En el año 2004, Jose Antonio me ofreció trabajar con él y se montaron dos empresas, Uron Ontario S.L. y Mens Adventures S.l., la primera destinada a explotar una Cafetería, Cafetería Sicilia. Aquí también he tenido la suerte de conocer a gente trabajadora y decente y también a vagos e indecentes, de los segundos mejor olvidarse. Pero de Daniela, Rodi, Iulian Petru y de su exmujer Elena tengo buenos recuerdos, a pesar de que Elena un día desapareció sin decirme ni pio. Con José Antonio hice mi primer viaje de jubilado y éste fue a Rumanía; éste también es una persona legal en la que puedes confiar con la certeza que no te va a dejar tirado, en todos estos años que llevamos trabajando me lo ha demostrado en varias ocasiones en terceras personas.

                Diciembre del 2005; recibo una llamada de teléfono ofreciéndome ascenso, ascenso que rechazo diciéndole al jefe de Zona – “agradezco su ofrecimiento, pero yo lo que quiero es prejubilarme”, a lo que él, agradeciendo mi sinceridad, se despidió diciéndome que lo tendría en cuenta y a la primera ocasión que se presentara me prejubilaba. Hasta el día 20 de abril del 2006 me tuvieron dando vueltas sustituyendo tanto a directores como subdirectores de San Fernando de Henares como de Torrejón, incluso me enviaron un día a la sucursal 0629 sin saber para qué, pero llegado el día 20 -21 de abril de ese 2006 recibo una llamada de Elena del Departamento de Personal ofreciéndome la ansiada prejubilación. Sin dudarlo acepté diciéndole que las vacaciones correspondientes, aunque me las pagaban, las iba a coger. Salí del edificio, situado en el Paseo de la Castellana de Madrid, riendo, llorando, saltando y al pasar por delante de un Guardia Civil que hacia guardia en un edificio publico el buen hombre se me queda mirando como diciendo—madre mía como va este—a su mirada le conteste de palabra “….si supieras porque voy así de contento…” El día 1 de mayo del 2006 pasé a ser parte del grupo de prejubilados del banco.  Ni en mis mejores sueños pensaba que me iba a ocurrir todo esto, cobraba del banco, tenia todo tiempo del mundo y tenía todo el trabajo que quería, con la gente que quería. PERFECTO.  Y por si fuera poco ahora soy hortelano.

                A lo largo de estos relatos he querido reflejar la vida laboral que he tenido durante estos 50 años y la gran suerte que me acompaña.

                Mis hijos Amanda y Jose Luis trajeron a mi vida a Fran y a Noelia y me hicieron abuelo de Samuel, Mario, Diego y Marta.  Y si mi vida tenía algún hueco estos se encargan de llenarlos con creces. Gracias, hijos, gracias, Fran, gracias, Noelia, sin vosotros y sin mi centro de rotación mi vida no será la misma. Gracias a vosotros, amigos por estar ahí en los momentos buenos y momentos malos.

                Dentro de otros 50 años, más o menos, escribiré lo que me vaya ocurriendo y como quiero compartir con vosotros lo que quiero para mi os lo deseo para vosotros Salud y anarquía,


domingo, 28 de julio de 2024

TODO EMPEZO HACE 50 AÑOS --6ªPARTE

Año 1986; después de descartar el traslado a Zaragoza, el Banco me ofreció ir a trabajar a Alcalá de Henares; allí había dos plazas: una en la Oficina Principal y otra en Avd. Reyes Católicos y otra vez el destino estaba conmigo; aun siendo yo primero y después Virgilio, a mi me mandaron a la Agencia con más gitanos de Madrid ¿por qué sería…? pero como decía, el destino me fue favorable. Quiero recordar a Aurelio Tabuenca, fallecido hace escasos días: cojo, cabezón, pero una persona excelente y trabajador como el primero. Juntos afrontamos la fusión con el Banco Hispano, menos mal. Aureliano Gómez Casero, pintor de brocha gorda pero una excelente persona, me inició en las artes de la pesca. Daniel Álvaro Sanz de Mandayona, Jesús Nieto de director, recuerdo que llevaba dos días en la agencia y vino un señor para abrir una cuenta , lo hice y le ofrecí la tarjeta 4B y la Visa; cuando el buen cliente se fue Nieto me dijo muy serio “Bernardo, las tarjetas no las puedes dar”. Dicho y hecho, yo que era Oficial 1 administrativo no volví a aperturar una cuenta ni ofrecer una tarjeta hasta que vino Ángel Fernández Gómez, con el que hice una buena amistad. A los dos dias de trabajar con Ángel tomando una cerveza en el bar de Juan me dice “¿Bernardo porque no abres cuentas y ofreces tarjetas, créditos o fondos?” A lo que le contesté mirándolo “yo soy oficial 1, no comercial y Nieto me lo recordó un día”. A partir de aquel día mi situación laboral en la sucursal cambió, Ángel era un buen amigo. Falleció del COVID 4 dias más tarde de que fuera a recogerlo al hospital para llevarle a su casa de Mejorada del Campo

Pasaban los dias y nuestros hijos iban creciendo y mi vida fue cambiando, sin dejar el sindicato dejé de militar de una manera activa y empecé a trabajar por las tardes en Saneamientos Verosil, con Francisco Mudarra.

 La sucursal de los gitanos empezó a perder aquella fama y mi suerte continúo creciendo y aparecieron Juan González Hernández, su mujer Carmen (dueños de la marisquería justo enfrente de la sucursal). ¿Cuántas veces abré ido a MercaMadrid a comprar con Juan?  Muchas, ¿Cuántas veces pagaba el desayuno? Pocas, los últimos 4 años en esa sucursal creo que nunca. Juan tenía una finca en Serracines y yo tenía las llaves; allí puse un año el huerto. En aquella época teníamos un Peugeot 405 además del Peugeot 406 y Juan me pidió que le vendiera el coche para su consuegro, dándole las llaves en la mano le dije “toma Juan, puedes regalárselo a tu consuegro, el coche es tuyo y puedes hacer lo que quieras”. Juan enfermó y dias antes de morir se empeñó en que fuéramos a comer al Paseo de las Acacias (Atrapallada) en Madrid, restaurante que anunciaban mucho en radio, y el hospitalizado se cansaba de escuchar, se empeñó tanto que fuimos allí Carmen su mujer, Luci, él y yo, la comida más amarga que he tenido en mi vida; al poco tiempo murió.

En aquella sucursal conocí igualmente a Antonio Canis y Jose Yeguas, propietarios de Instalaciones Eléctricas Electryc S.l. 33 años llevo trabajando con ellos, recuerdo que se compró ContaPlus (programa informático por 7500 pesetas) y Juan Carlos Gonzales Pacheco, hijo de mi amigo Juan, me hizo un programa de facturación; después de trabajar se hablaba de trabajo en el bar, tomando unas cervezas con todos los empleados (excelente idea).  Pepe ya se jubiló, pero nos seguimos viendo y llamando.  De aquella sucursal sigo manteniendo amigos, Alfonso de la Fuente y su familia entre otros. De todos ellos solo puedo hablar bien y con cariño.

En esta sucursal conocí a Carlos Hernández Zurdo, ha militado en partidos comunistas, pero en realidad es anarquista perdido, una de las mejores personas que he conocido, igual que su mujer, María Antonia, pero el peor empresario de Europa,  propietarios de Styl Oficinas S.l. , esta empresa era la que montaba y desmontaba todas las sucursales de Caja Madrid a nivel nacional.  Para Carlos siempre han sido más importantes los trabajadores que su casa o que su familia (yo le digo que le tenían que haber pegado dos hostias, una en cada cara) pero aun con todo no hubiera cambiado, pero es de las personas que para que no le corten un dedo a un amigo se deja cortar la mano. Especializado en hacer presupuestos por debajo del coste para que no les faltase trabajo a los empleados.

Como no voy a llevar a Madrid en el corazón si tengo a mi alcance a gente como la que he nombrado y a otros que, aunque no los nombre, ellos saben que tambien los llevo.

Y como siempre porque lo quiero para mí, Salud y anarquía. 

sábado, 27 de julio de 2024

TODO COMENZO HACE 50 AÑOS --5ªPARTE

                 Enero de 1979 más concretamente el día 21 sobre la una de la madrugada recibo una llamada de Zaragoza diciéndome que Luci iba camino del hospital, con la misma rapidez llame a mi amigo Don Pedro comunicándole la noticia, Perico vivía en Carabanchel yo en la Prosperidad, en menos de media hora estábamos en la carretera camino de Zaragoza, como voy a perder ese sabor a Madrid a mis amigos y a Don Pedro. Habíamos decidido que Amanda naciera en Zaragoza contando con la complicidad de Javier y María Isabel hermana de Luci.

                El día se me hizo interminable y por fin a las tantas de la noche de ese día 21 nació me hija Amanda, cuantas veces abre recordado y cantado la mítica canción de Víctor Jara. Con el nacimiento de nuestra hija empezamos a vivir nuevas experiencias y situaciones, como dice la canción—lo iluminaba todo--su sonrisa ancha—la lluvia en el pelo—no importaba nada. Entre el sindicato y ver crecer a Amanda veíamos pasar el tiempo siempre, muy bien, acompañados.

                Mayo de 1980, me ofrecen un piso en Alcalá de Henares concretamente en la Calle Rio Almonte número 4 y acompañados por Perico , creo recordar, lo fuimos a ver y nos gustó, nuestro retorno a Zaragoza empezaba a desvanecerse.Una vez comprado subimos a ponerlo en orden acompañados por Ascensión . En Zaragoza solo teníamos a la familia y en Madrid teníamos a familia Ricardo y Ascensión amigos como Perico, Chema (aunque no nombre a todos ellos saben que siempre están en nuestras vidas).   y otros a los que sigo teniendo en mis recuerdos, teníamos compañeros de fatigas yo más que Luci por mi implicación en CNT-AIT Y EN CGT.

                Los años pasaban y Amanda empezó en la guardería y José Luis llego, recuerdo esa mañana en La Paz, fuimos a primera hora para que le hicieran una revisión a Luci y yo me acerque a la sucursal a decir que estábamos en el hospital y a decirle a Don Pedro a Chema y  a María que Jose Luis estaba a punto de nacer, cuando llegue al hospital acompañado por Perico l allí estaba, si Amanda era guapa, este me pareció aun más guapo en brazos de mi centro de rotación, fantástico, rubio con unos ojos de astuto impresionantes. Ahora que los años han pasado alguna vez me pregunto ¿cómo hubiera sido, si yo no me hubiera dedicado con tanta intensidad al sindicato? Y alguna vez me arrepiento, pero siempre he procurado compensarlos y que nunca les faltara nada.

                Eso fue decisivo para ya plantearnos una vida en Madrid, allí la vida volvió a colaborar con nosotros y puso gente fantástica en nuestro camino, Pedro, Amparo, Jose Ramon, Mari Carmen, Antonio, Logi, nuestros hijos fueron creciendo junto con los de estos y los lazos con Madrid se fueron estrechando.

                El Departamento Extranjero me siguió dando amigos, amigos de corazón, Tomas, Mari Toñi, vivían y viven a escasos 80 metros de nosotros, con otros como María Ángeles y Raul los lazos se fueron estrechando. Pero no se paró ahí la cosa todos estos han tenido hijos, Rubén, Víctor, Esther, Myrian, Nadia, Elena y la familia fue creciendo. ¿Como no vamos a llevar ese sabor en la boca? Lo llevamos en la boca y en corazón.

                Con el recuerdo de mis hijos y de su madre quiero desearte Salud y Anarquía.

viernes, 26 de julio de 2024

TODO COMENZO HACE 50 AÑOS-- 4ª PARTE

 

            Septiembre de 1977, con la blanca en el bolsillo (así se llamaba la cartilla militar), tomo el avión en Mahón con destino a Madrid; después tomaría un tren con destino Calatayud, donde cogería un taxi para ir a Orera.

            La vidorra estaba terminando, pero todavía tenía un mes para disfrutar y estar todos los días con la Luci.

            Pasado ese mes de septiembre me presenté en el Departamento de Personal del Banco en la Calle Barquillo “buenas, buenas, que ya he vuelto"; el de personal me ofreció varias sucursales y por cercanía al Hostal Alipa escogí la Agencia 18 en C/ Narváez 51, otra vez el buen destino me acompañó. Allí conocí a buena gente y también a algún tontolaba. José Luis Arribas “El Pelas”, éste era el cajero del resto (porque era el único que siempre tenía dinero) y era el más joven. Ángel Ortega (se conocía todas las cuentas de la sucursal, incluso hoy le preguntas ¿Ángel que cuenta era la de fulano? Y te la dice con rechec incluido). Alfonso López Castillejo, si te descuidabas te sacaba de tus casillas, pero un buen compañero. Goyo, cinco o seis años mayor que nosotros, muy buena gente. José Luis Lozano Montañés, éste tenía coche y venía con él a Calatayud algún fin de semana.  Tambien estaba el amigo  Virgilio Lozano Serón, de Calatayud, buen compañero. Luis “El Rijoso” una excelente persona, Fidel Molinero Gallo, Manolo Pantoja, estos de Comisiones Obreras y otros muchos: Carlos Campos, Samuel Cano, Vicente, Sabe Salinas, El Bellotero, Enciso, Rodolfo… buena etapa en la Agencia 18, a pesar de los tontolabas, en Navidad todavía nos juntamos a comer unos cuantos. 

             Ese año, 1977, fue también decisivo para mi vida y me afilié a la CNT-AIT, donde milité, luego formamos la CGT donde continué militando más de diecisiete años. Sigo pensando que los ácratas llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones (como decía Durruti) y que si no fuera por esas ideas el mundo iría peor. Guardo muy buenos recuerdos de aquellos años y de aquellos compañeros/amigos y quiero recordar de una manera muy especial a Don Pedro de la Torre del Olmo, Juan Antonio Gonzalo de Lama, José Antonio Flores, Rosa Merino y Chema Mariscal.  La lista es interminable, gente comprometida con ellos mismos y con sus compañeros, gente honrada, gente trabajadora, gente desprendida, gente dispuesta a ayudar a los demás sin importales si eran o no de los nuestros. Gente siempre dispuesta, fuera cual fuera la situación.

            No recuerdo el año pero ocurrió tal como lo voy a contar: estábamos en un convenio colectivo de banca y el sindicato le encargó a Perico hacer unas fotos del personal de la AEB. Eugenio García Presas tuvo una reunión con los de la AEB y estos le dijeron que había una persona pequeña haciendo fotos y que tuviera cuidado, Eugenio, que pertenecía a la FIGA, le contestó, llevándose la mano a quien sabe “si tocáis a ese,  ateneos a las consecuencias”; para retirarnos de Madrid nos fuimos a Orera tres días  la Luci, Amanda , Perico y yo. Años más tarde Pedro me regaló la máquina de fotos, máquina que años mas tarde me robaron en casa.

            Durante los primeros meses de 1978, acompañado de buena gente, organizamos un concierto en la plaza de toros de Vista Alegre con el fin de recaudar fondos para tomar al asalto la Casa de Aragón en Madrid.

            Año 1978: por fin Luci se viene a Madrid y comenzamos una maravillosa vida juntos. Alquilé un piso en la calle Colmenares, justo detrás de la calle Barquillo; allí pasamos tres meses. Luego Ricardo y Ascensión nos buscaron otro en Agustín Rojas, donde ellos vivían, la diferencia fue como de la noche al día. ¿Cuántas veces venían a comer o cenar Perico, Jesús, Ramón o Moisés?, Las que querían, Luci jamás ponía pegas; que me marchaba al sindicato, Luci jamás ponía pegas. Allí vivimos muchos meses, nuestra hija Amanda cumplió un año. Meses inolvidables los que pasamos en aquel apartamento. Gracias Lucita por esos hijos y por esos años que me estas dando, contigo empezó lo mejor y mira que hasta entonces vivía bien.

Voy a cerrar este capítulo que bien podría ocupar unas cuantas hojas.  Pero antes te deseo Salud, anarquía y libertad

martes, 23 de julio de 2024

EMPEZO A SUCEDER HACE 50 AÑOS-- 3ª PARTE

 El servicio militar era considerado como una pérdida de tiempo, pero como era obligatoria en aquel julio de 1976 en Orera se quedó mi corazón y en Madrid los amigos y yo, provisto de un petate, tomé el tren en Zaragoza con destino a Valencia, donde nos embarcaron con destino a Palma de Mallorca. Dos meses más tarde fui destinado a Menorca. ¿Pérdida de tiempo? Sin duda. ¿Disfrute de la vida? Totalmente. Durante esos meses tuve alquilada una habitación en una pensión (1500 pesetas al mes). Mi amigo Perico se encargaba de ingresarme en la cuenta o de enviarme 8000 pesetas todos los meses, y el ejército me mantenía: desayuno, comida y cena más merienda. Tiempos que nunca olvidaré ¿Historias que podría contar?, muchas, allí también hice buenos amigos, más fuera de la caja de reclutas, 4 soldados, uno por reemplazo, un comandante, un capitán y dos tenientes. Estuve dando apuntes de Derecho a Mercantil a la hija del teniente Rufo, hasta que discutimos: se quedó sin clases la hija y se quedó sin naranjas y sobrasada la asociación de personas con discapacidad, ya que el tal Rufo era el secretario. El conductor-repartidor de Rancho Mahón 46 era amiguete mío y me surtía de todo lo que le pedía: fruta, sobrasada, huevos, café y todo lo que le pedía.

Quiero recordar otra más: un mes lo que me pagaba el banco se quedó corto y envié una carta a Don Pedro escrita en papel de wáter; pasados unos días recibo un giro postal de 1500 pesetas, que el amigo Perico me había recaudado entre los amigos del Departamento Extranjero…¿cómo no voy a llevar en el corazón ese sabor que me dio Madrid, a esos amigos?

 Pasados siete meses me tocó la lotería cuando Luci me dijo que si, que se venía a Madrid conmigo. Y a partir de entonces mi vida fue cambiando. Hace dos años volví a Baleares acompañado por Luci y mis amigos Tomás y Mari Toñi… les gustó tanto que este año volvimos a ir 8 días.

 Como siempre te deseo salud y anarquía

 

sábado, 20 de julio de 2024

EMPEZO A SUCEDER HACE 50 AÑOS-- 2ª PARTE

 

Pasarán más de mil años, muchos más…

No sé si tenga amor la eternidad,

pero allá tal como aquí,

en la boca llevarás… sabor a mí. 

Estos versos los escribía en 1959 Álvaro Carrillo y reflejan fielmente los sentimientos que me unen a Madrid.

No llevaba ni 15 días en la ciudad cuando Perico me dijo: “hoy comemos en El Pardo; te tengo que presentar a unos amigos”. Después de comer (entre todos pagaron la comida y no consistieron que yo contribuyeron con la cuenta), alguien dijo: “ahora vamos a echar una partida a las cartas al Tejar de Somontes, mi padre tiene una acción”. Yo, acostumbrado al bar del Cuatre en Orera, estaba siendo tratado con tanta amabilidad y confianza que tardé varios días en asimilar aquello. Desde la entrada del Hostal aquel 3 de julio de 1974 hasta hoy, llevo en la boca ese sabor.

Verano-otoño de 1975; trabajaba en teletipos del departamento extranjero y, para ayudar a unos nuevos amigos y aprender el oficio, alquilé un local enfrente de la Avenida Manzanares justo frente al campo del Atlético, compré una máquina de coser Sigma, tijeras, reglas, tizas… cuando aquello empezó a funcionar compré otra máquina de coser (ésta ya industrial) a plazos y como mesa de corte utilizaba una mesa de comedor y sillas de segunda mano… ¡qué tiempos! ¿Como no voy a llevar en la boca ese sabor, si tan buenos recuerdos me traen?  Llegué a cortar y coserme un pantalón de terciopelo negro; que tipazo: alto, guapo, vacilón y Perico con un seat 127 o Ramón con un seat 600… “Buenas, buenas; pónganos 25 pesetas de gasolina” era lo que le poníamos al coche de Ramón. 

Aquella zona de Madrid nos gustaba y alquilamos un ático, junto con Juan José Franco, y José Luis Remacha, luego éste se marchó y entró Jesús de Miguel. La situación perfecta, justo detrás del hotel Praga. Aquello era parecido a una comuna, creo que nunca nos echábamos cuentas con el dinero: si uno tenía teníamos los tres.

En cierta ocasión Ramón Melus nos trajo a una muchacha, a la que sus padres pegaban, para que estuviera con nosotros, lejos de sus padres. El ático tenía dos habitaciones, nosotros éramos tres, pues la habitación con una cama fue para ella, nosotros los tres en dos camas y el sofá. Pasados dos o tres días y llegando a casa observo que en la puerta había una lechera de policía y cuando abro la puerta me encuentro a Juan José con la muchacha y los padres de ella; Después de hablar largo y tendido, los tres abandonaron el piso, no sabían dónde ponernos de lo agradecidos que estaban de nosotros; recuerdo que eran las fiestas del barrio y la noche anterior celebramos una de las muchas fiestas que se celebraban en aquel ático. 

Recuerdos de aquella comuna podríamos contar tantos como dias vivimos allí. A Jesús le presenté un día a una muchacha, a la que conocimos Gigi el Amoroso y yo (más adelante hablare del amigo Gigi). Esta chica era sobrina del interventor del departamento extranjero e hija de un jefe de zona de Madrid y se hicieron novios.  Un buen día se presenta en casa de Jesús llorando (tenía 19 años), porque los padres de ella los habían cogido en la cama y él decía que lo iban a echar del banco, llega un momento que Juan y Jesús bajo los efluvios de un cubata se dieron dos bofetadas, a tomar por culo los vasos y platos de la mesa; poniéndome en medio envié a cada uno a una habitación y yo a recoger los cristales. No habían pasado 5 minutos cuando se abren las puestas de ambas habitaciones y aparecen los dos llorando y pidiéndose perdón… ¡que abrazos, que besos, que lloros! para terminar la reconciliación nos fuimos los tres a tomar unos cubatas a una barra americana que teníamos a la vuelta de la esquina. Jesús se casó con aquella mujer y después de la boda nunca más he sabido de él, ojalá le vaya bonito. Cuando Luci y yo nos casamos él estaba en la mili en Canarias y pidió permiso para enseñarnos la isla de Tenerife, luego en Madrid se presentaba por casa a cenar cuando quería. Buenos recuerdos 

No quiero pasar página sin recordar a José Martínez, conocido por el Gigi el amoroso, todo un personaje… permitidme que lo presente: andaluz que había sido emigrante en Suiza, dominaba el alemán, el italiano, el francés y se defendía en inglés. Vivía en Getafe con su familia, una mujer guapísima y dos hijas, pero golfo como entre todos. Un día en JJ, subiendo por las escaleras, habíamos conocido a dos chicas y la que iba con él le echo mano a la cabeza, como para acariciarle el pelo y la chica se quedó con el peluquín entre sus dedos…  imagínate la estampa , el Gigi colocándose el peluquín, la muchacha pidiendo perdón, la otra con cara de asombro y yo tirado en la escalera muerto de risa; los cuatro empezamos a reír, incluido el Gigi; luego de llevarlo al hostal para que se duchara, pues los pelotazos que llevaba  eran  considerables, lo llevé a su casa en Getafe en un taxi y no consintió que lo subiera desde la calle a casa, diciéndome: “tú a mi casa no entras que está mi mujer y no me fio (empleó otra  expresión)” así que con el mismo taxi me volví a Madrid. La táctica que él empleaba para conocer a una chica era la siguiente: estaba en la barra de un bar o una discoteca y veía a una mujer en una mesa o en la barra sola, cogía una servilleta y escribía -- le apetece una cerveza- o cualquier otra y doblando el papel se lo daba al camarero pidiéndole se lo acercara a la fémina en cuestión, el hielo ya estaba roto, cuatro palabras en italiano, y a vacilar toda la tarde o noche. En la taquilla del departamento tenía ropa para cambiarse, por la mañana a la llegada y se ponía sus pantuflas y tan cómodo, incluso alguna vez durmió en la oficina, el vigilante le abría la puerta. Todo un personaje (un poco guarro, eso sí). 

Otro día recordaré mis pasos por la CNT-AIT, de aquellos años tambien tengo muy buenos recuerdos. 

Por hoy y para que sirva de precedente te deseo Salud y anarquía.

lunes, 15 de julio de 2024

EMPEZO A SUCEDER HACE 50 AÑOS

 

Corría el mes de julio del año 1974 (más concretamente el día 3) cuando acompañado por mi madre y mi tía Pura, tomamos en Calatayud el tren camino de Madrid. Al llegar a la estación de Chamartín nos abordo un señor ofreciéndonos los servicios del Hostal Alipa; a nosotros se nos unieron Francisco Gimeno y José Luis Lozano (éstos no tenían la suerte que tenía yo).

Al día siguiente nos teníamos que presentar en el departamento de personal de Banco Central, situado en la Calle Barquillo, a escasos 150 metros del Hostal (hostal que convertimos en nuestra vivienda para un montón de meses). El hostal estaba a escasos metros de la Calle Infantas, Gran Vía de José Antonio, Plaza Vázquez de Mella (hoy plaza Pedro Zerolo), Plaza del Rey y por el norte Chueca.   

De aquel hostal, situado en la Calle San Marcos  28 esquina a Barbieri, guardo muy buenos recuerdos. 4500 pesetas costaba al mes o lo que es lo mismo, 27,05 euros. Incluía desayuno, comida y cena, derecho a una ducha con agua caliente y una muda de lavadora , todo un lujo. De allí a una de las mejores discotecas  de Madrid había menos de 100 metros: Long Play, una de las  discotecas más exclusivas  de aquellos tiempos; los jueves y domingos se llenaba de muchachas con ganas de pasarlo bien y de  Hermano Lobo. Era quizás una de las discotecas con mejor música americana de Madrid y entonces era la discoteca de los militares americanos negros, los yankis blancos iban a Stone ´s  C/ Villalar .

De aquellos lejanos o cercanos 50 años guardo como decía antes muy buenos recuerdos y por supuesto muy buenos amigos. Recuerdos como el bar Los Cañones en la plaza Vázquez de Mella o el conocido por El Guarro (ambos eran míticos a la hora de almorzar). Para tardear teníamos otros en la misma zona más concretamente en la Calle Libertad estaba la Vaquería, sitio de canutos y buena música y en la misma Calle Marcos había otro que no recuerdo su nombre. Más tarde ampliamos el territorio de caza y éramos conocidos en New Royal, en la Gran Vía o en los bajos del palacio de la prensa, así como en Cerebro. Meses más tarde nos seguimos extendiendo por los bajos de Aurrera, música, cubatas y muy buenos amigos.

Como decía de aquellos años recuerdo a Jose Antonio Zuara, Jose María “Yusapo”, Francisco Gimeno “El Panadero” Jose Luis Remacha, Ramon Melus “Ramoncin”, Juan Jose Franco, Jesús de Miguel, Moises Pinilla, Prudencio “El Pruden “entre otros muchos que llegamos desde la Academia Izquierdo a trabajar en distintos bancos.

El tiempo pasaba y además de disfrutar de la juventud y de nuestra situación nos fuimos formando como personas y algunos empezamos a creer en ideas ácratas porque llevábamos un mundo nuevo en nuestros corazones (y aun lo sigo creyendo). Eso me llevó a que en el año 1977, una vez de vuelta al banco después de pasar por la mili, me afiliara a la CNT-AIT, y si, en la época de recién llegado a Madrid recuerdo anécdotas y amigos en esta nueva etapa sigo recordando historias y teniendo buenos amigos.

Entre estas vivencias con amigos de Orera y Calatayud y los Madriles aparecieron en mi vida personas como Don Pedro de la Torre del Olmo, “El Perico” pequeño en estatura, pero con un corazón y unos cojones que no le cabían en el cuerpo y José María Palacios “El Chema” de Zaragoza, hombre cabal y sensato, amigo de sus amigos.

Pocos podrán decir que el nombre que aparece en mi contrato con el banco a parte del mío sea el de una persona que, aunque nunca trabajamos juntos, seamos amigos desde hace 47 años y éste es Raul Pérez Amieiro.

El primer destino fue el Departamento Extranjero situado en la Vda. Jose Antonio 34 (Gran Vía) planta 4 Remesa de Exportación y allí conocí entre otras a María de los Ángeles Vega “la María”, que siempre estaba y está donde me ha hecho falta. Militante y ácrata convencida.

El departamento extranjero cambió de lugar y yo también, y ese fue el primer gran  cambio que hubo en mi vida y desde ese momento empezó lo mejor. Fue el día 2 de Abril del1978 cuando Luci me dijo que se venía conmigo a Madrid; con ella me llegaron los mejores momentos  y los que me vendrían más cuando nacieron mis hijos: primero Amanda, más tarde José Luis .Recuerdo el primer piso en la Calle Colmenar, un lugar oscuro que brillaba porque estaba mi Lucita. El segundo piso fue en  la Calle Agustín Rojas , en el mismo edificio que vivían Ricardo y Ascensión; a la prima Ascensión la conocí en una huelga encerrados en una iglesia en la Calle Alcalde Sainz de Baranda, no quiero pasar pagina sin recordar a Paco y a Cecilia.

Como decía Extranjero cambió de edificio, pero los amigos allí seguían y otros se fueron añadiendo como Tomas y Mari Toñi de San Pascual como decía alguien, impresionantes. Ignacio confió en nosotros y por un plato de judías le pintamos el piso: cuando digo pintamos, no exagero, pintamos todo el piso muebles incluido, pero allí estaba Esther para arreglar lo estropeado; eso sí, el vecino de arriba nos regaló un cordero, al cual le dimos cuenta junto con Manolo el de Santa Cruz, su dueña Mari Paz no vino, pero seguro que nos acordamos de ella, ¿o no?

De la CNT-AIT pasamos a la CGT y allí estaba el buen amigo Juan Carlos Sánchez Mariscal” El Cabezón” y como no a su queridísima y ahora mi apreciada Rosa.

No quiero cerrar ésta sin recordar a Melania, María Ángeles “la del Chema” y los hijos de todos ellos incluida a la Tía María madre de Mari Toñi.  Para mi sabéis que lo más importante en esta vida es la familia y la amistad, el resto se puede ganar o perder trabajando o jugando a la lotería.

Yo no juego, pero la Lucita si. Del trabajo hablaré otro día, empezando por la sastrería que monté con más ilusiones que ideas.

Pero como siempre, salud y anarquía.