martes, 30 de julio de 2024

TODO COMENZO HACE 50 AÑOS-- 7ª Y ULTIMA PARTE DE ESTOS RECUERDOS

                A principios del año 2000, el jefe de personal del Banco Hispano (era su suegro, tipo mal educado y tontolaba, a Ángel se lo decía muy a menudo) creo que sería el culpable de que a Ángel Fernández Gómez le dieran el traslado a la Sucursal de Lope de Figueroa, sucursal completamente distinta a la de Reyes Católicos, de gitanos a caballeros podríamos decir, (aunque el dinero corría más en Reyes Católicos). Ángel me llamó ofreciéndome el cambio de sucursal y allí que marché, muchos clientes que teníamos en la sucursal 3777 se cambiaron a la nueva agencia.

                En esta nueva sucursal tambien encontré muy buena gente y algún tontolaba. Se llevan al interventor (Mariano) que cuando cuadraba la caja la dejaba más descuadrada que el día anterior, y viene Jaime Albero de interventor, católico, excelente persona, muy buen compañero; se marcha Ángel por enfermedad y viene Javier Maroto, procedente del Banco Ibérico; ya nos conocíamos del Departamento extranjero, muy buen compañero, diez o quince dias tardaron en cuadrar la caja. En la caja estaba Andrés Modrego y a mi izquierda Miguel.  Mas tarde, cuando se jubila Jaime, viene nuestro amigo Aurelio Tabuenca “Pata escombro” pero buen amigo, buen trabajador y buena persona, ese cuadro de gente era envidiado en toda Alcalá, compañeros, amigos y colegas.

En esta sucursal conocí a Alexandru Sfringeu, un rumano trabajador y decente. Un día se presenta Alexandru en la sucursal con los ojos bañados en lágrimas para solicitar un préstamo para repatriar a sus hermanos a Rumania; estos estaban haciendo una reforma en una casa en un pueblo de Guadalajara y para no pasar frio por la noche les dejaron una estufa de gas: ambos murieron intoxicados, y con esa urgencia le hicimos en menos de una hora un préstamo y en pocos meses el préstamo fue cancelado. Durante los últimos 20 años he conocido a rumanos de los que merecen la pena. Estando yo ya prejubilado, Alexandru montó un taller de coches y un día me llama ofreciéndome trabajo, trabajo que acepté; años atrás para colocar a mi hijo Jose Luis en Autobuses Vicor él me echó una mano, esto fue ya hace 10 -11 años y seguimos trabajando.

                Nuevamente el destino estaba conmigo y allí había gente como José Antonio Olmos Martínez. En el año 2004, Jose Antonio me ofreció trabajar con él y se montaron dos empresas, Uron Ontario S.L. y Mens Adventures S.l., la primera destinada a explotar una Cafetería, Cafetería Sicilia. Aquí también he tenido la suerte de conocer a gente trabajadora y decente y también a vagos e indecentes, de los segundos mejor olvidarse. Pero de Daniela, Rodi, Iulian Petru y de su exmujer Elena tengo buenos recuerdos, a pesar de que Elena un día desapareció sin decirme ni pio. Con José Antonio hice mi primer viaje de jubilado y éste fue a Rumanía; éste también es una persona legal en la que puedes confiar con la certeza que no te va a dejar tirado, en todos estos años que llevamos trabajando me lo ha demostrado en varias ocasiones en terceras personas.

                Diciembre del 2005; recibo una llamada de teléfono ofreciéndome ascenso, ascenso que rechazo diciéndole al jefe de Zona – “agradezco su ofrecimiento, pero yo lo que quiero es prejubilarme”, a lo que él, agradeciendo mi sinceridad, se despidió diciéndome que lo tendría en cuenta y a la primera ocasión que se presentara me prejubilaba. Hasta el día 20 de abril del 2006 me tuvieron dando vueltas sustituyendo tanto a directores como subdirectores de San Fernando de Henares como de Torrejón, incluso me enviaron un día a la sucursal 0629 sin saber para qué, pero llegado el día 20 -21 de abril de ese 2006 recibo una llamada de Elena del Departamento de Personal ofreciéndome la ansiada prejubilación. Sin dudarlo acepté diciéndole que las vacaciones correspondientes, aunque me las pagaban, las iba a coger. Salí del edificio, situado en el Paseo de la Castellana de Madrid, riendo, llorando, saltando y al pasar por delante de un Guardia Civil que hacia guardia en un edificio publico el buen hombre se me queda mirando como diciendo—madre mía como va este—a su mirada le conteste de palabra “….si supieras porque voy así de contento…” El día 1 de mayo del 2006 pasé a ser parte del grupo de prejubilados del banco.  Ni en mis mejores sueños pensaba que me iba a ocurrir todo esto, cobraba del banco, tenia todo tiempo del mundo y tenía todo el trabajo que quería, con la gente que quería. PERFECTO.  Y por si fuera poco ahora soy hortelano.

                A lo largo de estos relatos he querido reflejar la vida laboral que he tenido durante estos 50 años y la gran suerte que me acompaña.

                Mis hijos Amanda y Jose Luis trajeron a mi vida a Fran y a Noelia y me hicieron abuelo de Samuel, Mario, Diego y Marta.  Y si mi vida tenía algún hueco estos se encargan de llenarlos con creces. Gracias, hijos, gracias, Fran, gracias, Noelia, sin vosotros y sin mi centro de rotación mi vida no será la misma. Gracias a vosotros, amigos por estar ahí en los momentos buenos y momentos malos.

                Dentro de otros 50 años, más o menos, escribiré lo que me vaya ocurriendo y como quiero compartir con vosotros lo que quiero para mi os lo deseo para vosotros Salud y anarquía,


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