viernes, 26 de julio de 2024

TODO COMENZO HACE 50 AÑOS-- 4ª PARTE

 

            Septiembre de 1977, con la blanca en el bolsillo (así se llamaba la cartilla militar), tomo el avión en Mahón con destino a Madrid; después tomaría un tren con destino Calatayud, donde cogería un taxi para ir a Orera.

            La vidorra estaba terminando, pero todavía tenía un mes para disfrutar y estar todos los días con la Luci.

            Pasado ese mes de septiembre me presenté en el Departamento de Personal del Banco en la Calle Barquillo “buenas, buenas, que ya he vuelto"; el de personal me ofreció varias sucursales y por cercanía al Hostal Alipa escogí la Agencia 18 en C/ Narváez 51, otra vez el buen destino me acompañó. Allí conocí a buena gente y también a algún tontolaba. José Luis Arribas “El Pelas”, éste era el cajero del resto (porque era el único que siempre tenía dinero) y era el más joven. Ángel Ortega (se conocía todas las cuentas de la sucursal, incluso hoy le preguntas ¿Ángel que cuenta era la de fulano? Y te la dice con rechec incluido). Alfonso López Castillejo, si te descuidabas te sacaba de tus casillas, pero un buen compañero. Goyo, cinco o seis años mayor que nosotros, muy buena gente. José Luis Lozano Montañés, éste tenía coche y venía con él a Calatayud algún fin de semana.  Tambien estaba el amigo  Virgilio Lozano Serón, de Calatayud, buen compañero. Luis “El Rijoso” una excelente persona, Fidel Molinero Gallo, Manolo Pantoja, estos de Comisiones Obreras y otros muchos: Carlos Campos, Samuel Cano, Vicente, Sabe Salinas, El Bellotero, Enciso, Rodolfo… buena etapa en la Agencia 18, a pesar de los tontolabas, en Navidad todavía nos juntamos a comer unos cuantos. 

             Ese año, 1977, fue también decisivo para mi vida y me afilié a la CNT-AIT, donde milité, luego formamos la CGT donde continué militando más de diecisiete años. Sigo pensando que los ácratas llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones (como decía Durruti) y que si no fuera por esas ideas el mundo iría peor. Guardo muy buenos recuerdos de aquellos años y de aquellos compañeros/amigos y quiero recordar de una manera muy especial a Don Pedro de la Torre del Olmo, Juan Antonio Gonzalo de Lama, José Antonio Flores, Rosa Merino y Chema Mariscal.  La lista es interminable, gente comprometida con ellos mismos y con sus compañeros, gente honrada, gente trabajadora, gente desprendida, gente dispuesta a ayudar a los demás sin importales si eran o no de los nuestros. Gente siempre dispuesta, fuera cual fuera la situación.

            No recuerdo el año pero ocurrió tal como lo voy a contar: estábamos en un convenio colectivo de banca y el sindicato le encargó a Perico hacer unas fotos del personal de la AEB. Eugenio García Presas tuvo una reunión con los de la AEB y estos le dijeron que había una persona pequeña haciendo fotos y que tuviera cuidado, Eugenio, que pertenecía a la FIGA, le contestó, llevándose la mano a quien sabe “si tocáis a ese,  ateneos a las consecuencias”; para retirarnos de Madrid nos fuimos a Orera tres días  la Luci, Amanda , Perico y yo. Años más tarde Pedro me regaló la máquina de fotos, máquina que años mas tarde me robaron en casa.

            Durante los primeros meses de 1978, acompañado de buena gente, organizamos un concierto en la plaza de toros de Vista Alegre con el fin de recaudar fondos para tomar al asalto la Casa de Aragón en Madrid.

            Año 1978: por fin Luci se viene a Madrid y comenzamos una maravillosa vida juntos. Alquilé un piso en la calle Colmenares, justo detrás de la calle Barquillo; allí pasamos tres meses. Luego Ricardo y Ascensión nos buscaron otro en Agustín Rojas, donde ellos vivían, la diferencia fue como de la noche al día. ¿Cuántas veces venían a comer o cenar Perico, Jesús, Ramón o Moisés?, Las que querían, Luci jamás ponía pegas; que me marchaba al sindicato, Luci jamás ponía pegas. Allí vivimos muchos meses, nuestra hija Amanda cumplió un año. Meses inolvidables los que pasamos en aquel apartamento. Gracias Lucita por esos hijos y por esos años que me estas dando, contigo empezó lo mejor y mira que hasta entonces vivía bien.

Voy a cerrar este capítulo que bien podría ocupar unas cuantas hojas.  Pero antes te deseo Salud, anarquía y libertad

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